Publicado por
Oscar Contreras Vásquez, profesor de Historia
Aucar:
Esta es la isla de las Almas Navegantes, un puente de poco más de un kilómetro nos traslada desde la Isla madre a esta pequeña isla, nos invade un silencio maravilloso y el canto de gaviotas, alcatraces y chucaos nos llega desde los maravillosos árboles que cubren la Isla. Una Iglesia regenta el lugar y cuida de los que pueblan del cementerio donde las almas navegan en el mar interior de Chiloé.